Se suicidó Robin Williams. un actor querido, demasiado bueno, jocoso y todo. Pero con una grave depresión. Deprimirse es lo máximo, te lleva a caminos de autodestrucción con un final como éste. No importa haber alcanzado el éxito como él lo hizo, y es que cuando afrontamos la realidad de que la vida no tiene sentido podemos ser valientes y afrontarlo, o caer en esto. Claro, también de ello pueden depender enfermedades químicas, pero el caso crudo es este.
Nacemos, sufrimos, morimos. Algunos lo dan todo por seguir en ese dulce sufrimiento que es la vida. Otros deciden que ya tuvieron suficiente como Robin.
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