Hoy deambulaba por la calle y entré a una tienda donde vi unos sarcillos de fantasía que deseaba regalar.
-¿Cuánto cuestan los sarcillos señor?
-140 cualquiera.
-Deme esos.
El señor saca de una caja donde habían muchos, un par del modelo que venía en su empaque. Sólo que tenía un detallito: El precio en dólares: $4.30. Al ver el precio y una rápida multiplicación a 4.30 detuve toda la transacción comercial y me largué.
Si decimos que el vendedor adquirió en dólar negro a 9 bolos... el precio está por sobre el 361,7% Si el hombre quizás adquirió con cupo cadivi la cuestión, el precio estaría incrementado en un 757%
La delincuencia en nuestro país está en los barrios, en las bandas, en los colegios, en los negocios y en los trabajos. No sólo en forma de narcotráfico, homicidios, secuestros o atentados contra la vida, se refleja en esos actos que pueden ser tan pequeños como unos sarcillos de fantasía a un sobreprecio de más del 300%
No creo que ni Gokú con todo su Ki pudiera salvarnos de nosotros mismos.
